La actitud completa de Luang Por hacia la vida era tal que me motivaba para querer entrenarme y vivir como un bhikkhu. Para mí, él era el ejemplo viviente del resultado de la meditación budista en la tradición tailandesa del bosque. Luang Por me inspiraba. Al vivir cerca de él y llegar a confiar en él —escuchándolo, mientras comenzaba a comprender el lenguaje— descubrí el talento que tenía para dar las charlas sobre el Dhamma y sus reflexiones. Yo apreciaba la forma en que él siempre tenía tiempo para los monjes y las monjas, y la comunidad laica.
Hoy en día, hay interés en todo el mundo por las enseñanzas de Luang Por Chah. Esto no ocurría cuando lo encontré por primera vez, hace más de cincuenta años. En aquellos tiempos, era apenas conocido fuera de la provincia de Ubon. Hoy, su fama se extendió mundialmente. Aunque hace treinta y un año que falleció, sus enseñanzas son tan efectivas que continúan resonando. Luang Por siempre enfatizaba la importancia de la práctica. Señalaba la forma en que cada uno de nosotros puede aplicar las enseñanzas del Buda en nuestras vidas y hacerlas funcionar.
Quiero expresar mi gratitud a Ajahn Jayasaro por escribir esta biografía de Luang Por Chah, y hacer disponible esta publicación. Yo sé que será apreciada por muchísima gente. Me da alegría pensar que toda la gente en todo el mundo, al leer este libro, comenzará a apreciar las enseñanzas de Luang Por Chah.
(Del Prólogo de Ajahn Sumedho)